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Jenas Tyler Durden ( Breves historias, muy breves historias y aún más breves historias )

Algún día

Una hoja cayó silenciosamente al suelo, una flor murió. Todo el camino que hemos realizados juntos es hora de cambiarlo, ahora me adentro en la fría niebla en busca de mi querida, algún día.

Oscuridad entre las hojas

Normalmente hay un problema a la hora de entender el "arte". Siempre intentamos definir a éste como una manera de conducir nuestros sentimientos, una única manera de expresar lo metafísico de ese momento en concreto y de esa sensación en particular:

"AMB. Manifestación de la actividad humana mediante la cual se expresa una visión personal y desinteresada que interpreta lo real o imaginado con recursos plásticos, lingüísticos o sonoros."



Es una forma muy simple de definir lo indefinible. El arte no puede ir precedido del verbo ser, es el elemento más irónico de la vida del ser humano. Toda ser humano es "hommo sentimentalis", puede identificarse por hechos y circunstancias definidas por uno o varios sentimientos. Saber expresar no es una característica que nos diferencia como pretenden hacer con las distintas definiciones del arte. Todos podemos odiar, amar, llorar, reír...

Pero transformar la longitud de esos sentimientos o reacciones de tal forma que puedan ser leídos, vistos, escuchados, etc, tal vez sea el paso más importante a la hora de estar en la plenitud del cerebro sentimentalis. 
Pero el principal problema en esta observación es la saturación de errores, errores de inducción. Distinguir entre técnica y arte es la clave para conseguir llegar a ese paso. Obviamente es bueno partir de una gran base, y siempre viene mejor saber lo máximo que tu cerebro te permite pero, alimentarse de los sonidos y colores de tal forma que te sientas identificado con ellos olvidándote de cualquier técnica y estudio. Arte, colocar tus hechos de modo que ni dejen de estorbar ni dejen de faltar. 


"Encontrar los hechos en las estrellas siempre fue fácil"