Me arrastraba por el negro barro hasta alcanzar la triste cima de la colina. Respiré, dirigí mi mirada hacia atrás y contemplé con asco mi batalla perdida. Volví mi mirada de nuevo hacia el horizonte pensando y martilleando mi mente con el mismo hecho, no sabía el por que de mi derrota y tampoco del paradero de mi persona.

-¿Dónde estoy?¿Quién habla?, ya recuerdo...

Sin pensarlo corrí en la oscuridad en contra del tiempo. Sin saber su existencia corrí, corrí sin saber a donde ir. Pero en un periodo corto, choqué contra una pared. Caí al suelo con dolor, y pensé mirando hacia abajo, que tal vez esa guerra acabó conmigo. Solo el hecho de la separición del tiempo, ya era lo suficiente para creer que estaba muerto. Solo, en la oscuridad, sin saber y sin conocer.

Mientras mi asombro se veia reducido al miedo, dos voces me daban el aviso de que no estaba solo. Solo discutían sobre que hacer a un tal Nebur. Cuando ese nombre fue soltado, me vinieron recuerdos a la mente...